A principios del 2003 se sucedieron numerosos casos de abuso y tortura de prisioneros encarcelados en la prisión de Abu Ghraib en Irak, llevados a cabo por el personal de la Compañía 372 de la Policía Militar de los Estados Unidos, agentes de la CIA (agencia gubernamental de los Estados Unidos) y contratistas militares involucrados en la ocupación de Iraq.
Creamos una campaña gráfica con el concepto “No existe ningún país con derecho a torturar”, para poner el foco sobre este problema. En ese momento, creó alarma social en diferentes países y tuvo mucha repercusión en medios internacionales.
La campaña tuvo una gran repercusión mediática, además Amnistia Internacional consiguió más de 1.000 solicitudes de nuevo socio en el primer mes de lanzamiento.
item
5 mayo, 2018