
No brindes con champán
Cuando seas feliz, absorbe todo el mal que desees.
Emborráchate hasta perder la conciencia.
Habla con desprecio y desilusión.
Come con las manos.
No dejes nada a la imaginación.
Deja los de chocolate negro.
Pierde los papeles.
No intentes recordar el pasado.
Vive como si no hubiese mañana.
Date un baño caliente en la piscina de tu urbanización.
Recorre todos los hostales de la zona.
Deja de mirar a los ojos, y empieza a hacérselo a la boca.
Brinda con agua.
Déjate caer en toda tentación.
No uses ropa interior.
Di que todo es amor, dando seguidamente una arcada.
Quiérete a ti, más que a nada, más que a nadie.
No hagas nada que consideres coherente.
Adopta un gato negro.
Nunca pises el último escalón.
Riega tu corazón con amoniaco y sal.
No beses, muerde.
Mastica diariamente chicles con sabor a infidelidad.
Atragántate en la tercera uva.
Duerme durante el día.
Olvídate de sonreír, borra el verbo amar.
Y sobre todo, no brindes con champán.
Cómo no mencionar en estas fechas tan señaladas y emotivas, las campañas publicitarias. Un esperado clásico en todas la casas. En Navidad llega Freixenet ( con su esperado champán), Antiu Xixona, Famosa, Campofrío, El Almendro, Suchard y como no, nuestra querida Lotería de Navidad son alguna de las marcas que nos indican que la Navidad está llegando.
Este año nos ha sorprendido la emotiva y original campaña de la que todo el mundo habla, presentada por Ruavieja. Es la primera vez que este licor se abre paso entre los spots navideños y lo ha hecho de la mejor manera posible, entrando por la puerta grande. En todos los grupos de WhatsApp tenemos este duro a la par que emotivo vídeo, que hace reflexionar sobre el poco tiempo que le dedicamos a nuestras amistades. Esta campaña nos recuerda la importancia del contacto que se ha ido perdiendo y desvirtuando con el avance de los medios, las frases “ya te llamaré” o “a ver si nos vemos” pasan de ser un tópico a una dura realidad, pues la vida no es más que una cuenta atrás en el tiempo, en la que según Ruavieja, las máquinas ganan al hombre.
Con esta felicitación tan rebuscada y peculiar desde Bravísimos queremos desearos una feliz Navidad y mucha mierda.